El buen humor, una bendición divina

IQNA – El buen humor es muy importante y tiene muchos efectos positivos en las relaciones de las personas y en las interacciones sociales.

El Sagrado Corán subraya su importancia para todos y destaca especialmente que es necesario que los mensajeros divinos puedan guiar mejor a las personas.

 

El buen humor juega un papel importante a la hora de difundir la bondad y hacer que las palabras sean efectivas. Por eso Dios, el Misericordioso, envió mensajeros y profetas amables y de buen carácter para poder atraer a la gente a la verdad.

 

Dios dice en el versículo 159 de Surah Al Imran:

 

“Sólo a través de la Divina Misericordia has podido (Muhammad) tratar con tus seguidores con tanta gentileza. Si hubieras sido severo y de corazón duro, todos te habrían abandonado hace mucho tiempo”.

 

Los profetas de Dios eran tan amables y bondadosos y trataban a la gente con tan buenos modales que no sólo atraían a los buscadores de la verdad y los conducían por el camino correcto, sino que a veces también hacían que los enemigos se sintieran avergonzados de sí mismos y de su comportamiento. El Profeta Muhammad (pbd) fue el mejor ejemplo de tal virtud (buen temperamento), sobre quien dice el Corán: “Y seguramente te conformarás (a ti mismo) a la moralidad sublime”. (Verso 4 de la Sura Al-Qalam)

 

Por eso el buen humor es muy importante en las relaciones humanas y tiene muchos beneficios sociales. Ayuda a atraer la atención y el afecto de las personas, así como su confianza.

 

En el versículo 83 de la Sura Al-Baqarah, Dios, al hacer un pacto con Bani Isra'il, dice: "... habla amablemente a la gente". Esto muestra la importancia del buen comportamiento y la bondad hacia las personas, en las que el Islam pone gran énfasis.

 

Según los versículos 43 y 44 de Surah Taha, tener buen carácter y ser amable con la gente también es importante al tratar con los enemigos, especialmente cuando se trata de invitarlos a la verdad. Por eso, cuando a Moisés (p) se le ordena transmitir el mensaje divino al faraón, se le dice: “Ve a Faraón, porque se ha vuelto insolente. Habla con él con dulzura para que tal vez vuelva en sí o tenga temor (de Dios)”.

 

Por lo tanto, cuando se prohíbe el mal y se invita a la verdad con gentileza y bondad, se espera que los más duros de corazón se vean influenciados.