Hach: un viaje de amor

TEHERÁN (IQNA) – El Hach es un viaje de amor, de amor a Dios, por eso muchos grandes hombres de Dios han hecho el peregrinaje a pie.

El Imam Kadhim (p) fue a La Meca varias veces para realizar la peregrinación a pie.

 

El Hach fue una referencia en cuanto a tiempo y fecha. Incluso siglos antes del advenimiento del Islam e incluso del judaísmo, el Profeta Shuaib (p) le dijo a Moisés (p) que se casaría con una de sus hijas con la condición de que Moisés (p) lo ayudara durante ocho Hach. Usó ocho Hach en lugar de ocho años.

 

Hacer la peregrinación a Hach es como contemplar el Corán, ya que cada vez aprendes cosas nuevas.

 

El hach ​​no es un viaje cuya profundidad pueda entenderse a través de libros, artículos, poemas, etc.

 

Cuando una persona le dijo al Imam Ali (p) que había estado escuchando cosas nuevas sobre el Hach durante años. El Imam respondió: ¿Esperas que los secretos del Hach lleguen a su fin?

 

No hay ningún gobierno en el mundo, por rico y poderoso que sea, que pueda hacer que tanta gente de todo el mundo viaje a un lugar desértico con tanta pasión y entusiasmo.

 

No sólo se exhorta a la gente a ir al Hach, sino que incluso a los ricos se les exhorta a ayudar a otros a realizar la peregrinación.

 

La peregrinación a Hach es un viaje a La Meca, donde se encuentra la Sagrada Kaaba. Para reconocer la santidad de la Kaaba, basta saber que todo, desde sacrificar un animal hasta colocar el cuerpo en la tumba, debe hacerse mirando hacia la Kaaba.