Inzar significa advertir sobre las consecuencias de las malas acciones y pecados, mientras que Tabshir significa dar las buenas noticias de la misericordia y las bendiciones divinas.
Estos dos forman una parte importante de las motivaciones educativas. Se debe alentar al hombre por sus buenas acciones y castigarlo por las malas, de modo que esté motivado y preparado para seguir el camino correcto y evitar el equivocado.
El estímulo por sí solo no es suficiente en el camino hacia el crecimiento moral de una persona o de una sociedad. No basta siquiera con advertir a alguien de las consecuencias de sus actos.
Un uso equilibrado de ambos ayudará a las personas a tener esperanza de obtener recompensas por sus buenas acciones y al mismo tiempo a tener cuidado de no hacer algo malo porque han sido advertidos de las consecuencias del mal.
A lo largo de la historia, los mensajeros de Dios han utilizado tanto a Inzar como a Tabshir para educar a la gente y guiarla por el camino correcto. Incluso en los versos del Corán hay muchos ejemplos de Inzar y Tabshir.
Según el Corán, Moisés (p) dio la buena noticia a su pueblo. Los Bani Israel, frustrados por la presión de Faraón, se quejaron con Moisés (p), preguntándole qué había pasado con su promesa de que serían salvados por Faraón y sus hombres. Los Bani Israel esperaban que todo se haría de la noche a la mañana y que serían salvos.